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- Es de esos pocos chicos que vos decís, sería el hombre ideal para tener a tus hijos, un papá ideal, de esos a los que sus hijos admiran. Sería de esos esposos que escasean... que cuando te ve el rostro sin un poco de su luz diaria de felicidad, te preguntaría que te pasa, y que realmente se preocupase, y no solo lo preguntara porque sí. De esos que un viernes, te invitan a salir de la ciudad, a respirar aire fresco el finde... Por que sí, sin necesidad de ser un día especial, un festejo, o algo, solo para pasar un momento diferente juntos y no caer en la cotidianidad...
- Pero esa es TU forma de verlo, no todas vemos al hombre ideal así...
- Capaz tenés razón...

Y cuando había terminado de decir todo eso, se había dado cuenta de que tan enamorada estaba, y que, a su pesar, ya no había vuelta atrás para evitarlo.

Cuando se me iban acabando los minutos de pensar en algo diferente para distraerme, apareciste para ayudarme a ver en qué estaba equivocada, y qué gran acierto era el haberte conocido.